Hace unos años, en concreto el día 8 de agosto de 2016, tres amigas decidimos hacer una escapada para visitar una fábrica de Ubrique (Cádiz). El objetivo de esta visita no era más que simple curiosidad, impulsada por el interés en uno de los nichos de mercado que, pasando desapercibido entre las grandes tecnologías de hoy en día, sigue siendo el motor de la fabricación más pura y auténtica: la artesanía.
Nos impactó la manera en la que los trabajadores se coordinan en una cadena meticulosa que requiere una destreza impactante. Desde el tratado de las pieles hasta el tejido de las mismas. Cada paso, cada proceso.
Nos dimos cuenta de que este arte no está perdido, o más bien, no debe perderse ni eclipsarse con los avances tecnológicos e industriales.
Porque por muchos avances que la evolución nos ofrezca, nunca va a haber un proceso tan único y puro como el que proceda de una mano humana.
Por esto, decidimos involucrarnos en mantener este arte creando algo que permitiese desarrollar un producto artesano con el mejor trabajador por detrás, el ser humano.
Después de muchos análisis decidimos qué materiales y qué procesos queríamos utilizar para poder ofrecer un producto con una calidad tan alta como se merece.
Así nació BOWACA, una marca “Made in Spain” de accesorios de viaje personalizados que tiene como objetivo principal acercar al consumidor al mundo craft y artesanal.
